El encuentro que abría la segunda jornada de la Eurocopa era del Grupo B y enfrentaban a Finlandia y Rusia en el estadio de San Petersburgo. El partido tuvo de todo, goles anulados, lesiones duras y jugadas de magia. Una gran combinación de pases de los rusos al final de la primera parte acabó con el único tanto del partido de Miranchuk. Lo peor, la caída de Mario Fernandes, que tiene afectada la columna.
El partido comenzó intenso y Finlandia salió muy conectada. Nada más empezar a los tres minutos de partido, Raitala robaba el balón para correr la banda y lanzar un centro que terminó en gol de cabeza de Joel Pohjanpalo. Pero mientras los finlandeses celebraban el tanto, el VAR entró en acción avisando al árbitro del encuentro, el holandés Danny Makkelie, que había fuera de juego. El tanto no subió al marcador por la intervención de la tecnología.
Rusia después del susto empezó a proponer más juego con balón y generar más peligro. Es cierto, que necesitaba más la victoria por su derrota en el primer partido contra Bélgica por 3-0. A pesar de la ofensiva rusa, el equipo finlandés se defendía con uñas y dientes. La ocasión más clara del equipo entrenado por Cherchesov fue un lanzamiento al palo de Dzyuba pero la jugada fue anulada por el VAR.
En una oportunidad del conjunto ruso, el lateral derecho Mario Fernandes intentando rematar sufrió una caída tremenda en el minuto 25, que le ha afectado la columna vertebral. El jugador tuvo que salir del terreno de juego en camilla. Minutos más tarde otro susto en un choque entre Karavaev y Uronen que fue duro pero ambos futbolistas pudieron continuar en el partido.
Rusia propuso más juego y al final recibió su recompensa adelantándose antes del final de la primera parte. Una gran jugada de combinación de pases terminó en una pared entre Dzyuba y Miranchuk, y este último con un gran zurdazo adelantaba al equipo ruso. El gol fue totalmente psicológico, Finlandia empezó la segunda parte hundida y sin generar peligro.
En la segunda parte, Rusia dominaba el juego gracias a las intervenciones de Dzyuba, y las acciones tecnicas de Golovin y Miranchuk. Las oportunidades eran todas de los que vestían de rojo, el marcador pudo ser más abultado pero el portero finlandés, Hradecky, realizó buenas intervenciones. La mejor parada fue en el minuto 70 que el guardameta salvó a su equipo y les dio esperanza para intentar empatar el encuentro. Finalmente, el conjunto de Cherchesov tiró de oficio para llevarse los tres puntos en un grupo B en el que hay un triple empate entre Bélgica, Finlandia y Rusia, con los belgas con un partido menos.