Croacia y República Checa se enfrentaban en un partido en el que los visitantes podían clasificarse para octavos y una derrota de los croatas los eliminaba de la Eurocopa 2020. En la primera parte se vio el gran fútbol de los checos y el encuentro se fue al descanso 1-0 con gol de penalti de Schick. Nada más empezar el segundo tiempo, Perišić con una magnífica acción individual marcó el empate.
El equipo de Luka Modric estaba contra las cuerdas después de la derrota contra Inglaterra en su primer partido de la Eurocopa. Los checos jugaban con la comodidad de tener tres puntos antes del partido. El dato curioso fue al comienzo del encuentro, ninguno de los dos equipos podían vestir su equipación de tono rojo al ser un color común en ambas selecciones.
Croacia salió muy fría y sin intensidad, algo que intentó aprovechar la República Checa generando peligro aunque no consiguieron finalizar. Mansopust estaba siendo un puñal por la banda izquierda y generando muchos problemas en la defensa croata, ni Gvardiol ni Brekalo conseguían frenarlo.
Schick tuvo la ocasión más clara para el conjunto entrenado por Jaroslav Šilhavý. Una gran jugada de combinación de pases terminó con un pase de la muerte de Mansopust al delantero checo pero este no estuvo tan fino como en el primer partido y su disparo le golpeó en la rodilla y salió trastabillado a las manos de Dominik Livaković, portero croata.
Poco a poco parecía que la selección balcánica empezaba a crear a través de la posesión, pero sus ocasiones más claras fueron a balón parado. El primer tiro a puerta fue tras un saque de esquina que acabó rematando Perišić aunque bastante flojo y Vlaclík no tuvo problema para detener el remate. Esto al final fue un espejismo porque en la primera parte, no realizó más tiros a puerta.
Pasaban los minutos y la República Checa estaba cada vez más cómoda en el terreno de juego. En un córner Lovren le da un codazo criminal a Schick, el delantero acabó en el suelo sangrando y el VAR entró en acción para avisar a del Cerro Grande de que había penalti. El checo todavía con la cara cogestionada y sangrando un poco del golpe lanzó el penalti que supuso el primer gol del partido para el equipo entrenado por Jaroslav Šilhavý.
Croacia apareció en el partido, Zlatko Dalić movió el banquillo porque sabía que el resultado les eliminaba de la competición. Josip Brekalo y Ante Rebić salían para dar paso a Bruno Petković y Luka Ivanušec, estos movimientos dieron beneficios nada más pitar el árbitro, una buena jugada colectiva acabó con una acción espectacular de Perišić para empatar el encuentro. Por fin, el equipo croata anotaba un gol en esta edición de la Eurocopa.
Empate a 1-1 en el minuto 1 de la segunda parte, 44 minutos de un nuevo partido. A pesar del gol en contra, la selección de la Republica Checa no se vino abajo. Aguantó como los grandes equipos y fue a intentar romper de nuevo el empate. El equipo croata estaba mejor que en la primera mitad pero estuvo jugando con fuego muchos minutos. Schick, el máximo goleador de la Eurocopa abandonó el terreno de juego en el minuto 75.
El partido se empezó a estancar, ninguno de los dos equipos parecía destacar. Ambas selecciones jugaron los minutos finales con más corazón que rigor táctico. Croacia atacaba pero no cometía riesgos innecesarios a pesar de que el empate no era un buen resultado pero todavía le daba opciones en la última jornada contra Escocia. Los checos dieron por bueno el resultado y durmió el partido con el balón en los minutos finales.