Un partido sin ritmo como fue el de Suecia y Eslovaquia, los detalles de calidad saltan de ojo. Lo más destacado fue un pase de Mak que dejó perplejo a su rival. Quiso pasar el esférico a su compañero y lo hizo por debajo de las piernas del adversario quedándole de piedra sobre el campo.
El jugador eslovaco se encontraba en zona de tres cuartos y con este paso le sirvió a su compañero un buen balón en el corona del área de espaldas a la portería.