Vida, jugador de Croacia, cometió una falta sobre Bellingham en una acción después de un saque de puerta, pero el choque fue de cabezas y el golpe fue bastante fuerte. Después del acontecimiento de Eriksen todas las selecciones tienen el miedo en el cuerpo en este tipo de acciones, después del cabezado entre ambos jugadores los médicos acudieron rápidamente a atender ambos futbolista, Bellingham fue el que se llevo la peor parte pero finalmente pudo volver a jugar.
Inglaterra domino y se llevo la victoria gracias a su presión intensa y la selección de Croacia no pudo jugar con balón de manera fluida en ningún momento del encuentro. Como curiosidad según la UEFA: Bellingham es el jugador inglés más joven en participar en un gran torneo, superando a Michael Owen, que tenía 18 años y 183 días en la Copa Mundial de la FIFA 1998.