República Checa se impuso en el feudo de Escocia (0-2). Patrik Schick de cabeza y con un auténtico misil desde el medio campo dieron la victoria a los checos. Los escoceses intentaron proponer desde el primer momento su juego, pero el rival era el que tenía la efectividad en el área y eso les condenaron. Lo estuvieron intentando hasta el final, pero sin conseguir el premio.
Pacto de caballeros el que se vivió en el Escocia – República Checa. Comenzaron tanteándose el terreno. Los escoceses proponían más y los checos se servían del juego directo. Gozaron de grandes ocasiones, pero Vaclik con grandes paradas como la estirada al disparo de Robertson lo evitaron.
El que no falló fue el delantero checo en el juego aéreo. Un centro con vuelo fue cazado por Schick que sobrevolando toda la defensa escocesa, peinó el esférico ajustándolo al palo siendo imposible para Marshall. Con este gol en el 42 se fue el marcador al descanso 0-1.
Vaclik sería de nuevo crucial en la reanudación del encuentro en el segundo tiempo. Escocia comenzó en tromba para ir a por el empate cuanto antes. Hendry se encontró con el larguero y después el que fuera portero del Sevilla metió la yema de los dedos para evitar el 1-1.
El que no falló fue Schick. Estaba tocado con a barita mágica y se sacó el que posiblemente sea el gol del campeonato. Desde el medio campo vio que el portero escocés estaba adelantado y desde ahí lo metió marcando un auténtico golazo para hacer el 2-0 en el 56.
Escocia a pesar del duro mazazo no se echó atrás y no dejó de intentarlo, pero una y otra vez se encontró con el mismo, Vaclik. Los checos con el colchón de los dos goles se echaron atrás a esperar el rival y que corriera el reloj hasta que el colegiado pitó el final. Con estos tres puntos cierra como primera el grupo D en la jornada 1 de la Eurocopa.