Tras vivir uno de los años más duros de su carrera en el Juventus, sin ser protagonista en su competición favorita, la Liga de Campeones, el portugués Cristiano Ronaldo encara la Eurocopa como un león enjaulado, decidido a revalidar el trono de Europa alcanzado en 2016.
Acostumbrado a ser protagonista hasta el final, y en muchas ocasiones a triunfar, en la Copa de Europa, este año Cristiano tuvo que conformarse con una campaña modesta, consideradas las ambiciones iniciales, en la que su Juventus entregó el cetro de campeón de Italia y fue eliminado en los octavos de final de la "Champions" por el Oporto.
Además, su Juventus estuvo contra las cuerdas en la Serie A y logró la clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones en la última jornada, gracias al tropiezo del Nápoles contra el Hellas Verona. Los dos trofeos conquistados, la Copa Italia y Supercopa italiana, no pueden saciar el hambre ganador de un jugador que quiere seguir haciendo historia con su país y que está extra motivado por encarar el grupo de la muerte de la Eurocopa.
La selección de Francia, campeona del mundo de 2018, y la de Alemania, ganadora del Mundial 2014, retan a Portugal en un grupo completado por la más accesible Hungría. El seleccionado húngaro será su primer rival, el próximo 15 de junio, mientras a continuación le tocarán Alemania, el 19, y Francia, el 23.
A la espera de dirimir su futuro, con un contrato de 31 millones de euros netos por temporada que expira en 2022 con el Juventus, Cristiano puede contar con una de las selecciones más competitivas del continente, si es posible aún más preparada de la que triunfó en París.
Y siguen en el grupo los grandes líderes del pasado, como el defensa Képler Laveran Lima "Pepe", excompañero de Cristiano en el Real Madrid, José Fonte, flamante campeón de Francia con el Lille, o Joao Moutinho, cerebro del centro del campo.
CR7, que cumplió en febrero 36 años, llega a la Eurocopa tras ser coronado como mejor delantero de la Serie A y firmar 29 goles, cinco más que el belga Romelu Lukaku, delantero campeón de Italia con el Inter de Milán. La Eurocopa le ofrece una gran oportunidad para recuperar el protagonismo absoluto y coger impulso para el futuro, a la espera de saber si será en Turín o en otro gran club europeo