Una vez que Austria marcó el segundo se vinieron arriba y fueron a por la sentencia. Macedonia ya con el 2-1 había bajando los brazos y fue el momento del encuentro donde empezaron a salir los grandes detalles de calidad y también la astucia ante un equipo renegado.
Shanghai Port vio que la defensa estaba algo dormida y desde el saque de banda puso un gran pase para que Arnautovic regateara a dos defensas y al portero. A puerta vacía solo tuvo que empujarla para hacer el 3-1 en el 88 y de esta forma puso la sentencia.