Austria comenzó dominando y tuvieron en sus manos las primeras ocasiones hasta que llegó el gol en el minuto 17 que firmó Lainer. En un principio parecía que su compañero Sabitzer le envió un melón, pero el jugador del Borussia Mönchengladbach lo convirtió en una verdadera delicia al rematar según venía de volea para hacer el 1-0.
Tras celebrar con sus compañeros se fue a la banda donde un asistente del banquillo le entregó una camiseta en la que aparecía un mensaje. "Eriksen, stay strong" (Eriksen, mantente fuerte).