En marzo de 1977, Rocío Dúrcal y Bárbara Rey protagonizaban la película considerada más escandalosas. Las dos actrices aparecían desnudas y protagonizaban escenas de contenido erótico que provocaron que la cinta fuera tildada de pornográfica como muchos. El cine español quería romper tabúes y 'Me siento extraña' aborda por primera vez la homosexualidad femenina. Años después, Rocío Dúrcal reconocería que aceptó el guión por su difícil situación económica.