El marido de Sonsoles de Icaza va atando cabos y las sospechas empiezan a confirmarse. Finalmente, ante la presión que ejerce su madre, Sonsoles acaba confesando y jura no volver a ver a Ramón Serrano Suñer. “Va a ser muy difícil, me va a costar mucho pero juro que no volveré a verlo, lo juro”, le decía a su madre compungida.