Aunque ambas mantuvieron un romance con Don Juan Carlos en sus años de juventud ninguna pensó en pasar por el altar y convertirse en Reina. "Jamás quise casarme con una persona que tuviera un trabajo de representación. Es un trabajo, una vocación. No me convenía porque yo soy una persona libre e independiente que quiere vivir su vida y ser Rey es un trabajo", dice María Gabriela de Saboya.