A la supuesta red de tráfico de niños no le bastaba con localizar a mujeres embarazadas. Lo ideal es que fueses chicas jóvenes, solteras o separadas y, a poder ser, sin recursos económicos. En resumen, víctimas indefensas que por lo general se conformaban cuando les decían que su hijo había muerto.
Soledad, Enriqueta, Mª Luisa y Paloma son cuatro madres que, según han declarado, sufrieron el robo de sus hijos y que han querido contarnos su duras historias:
Soledad: "Perdí la pista de mi hijo en la incubadora"
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"Me quedé embarazada con 18 años, pero durante el embarazo rompí la relación con el padre de mi hijo. Mi familia lo aceptó y me apoyó siempre. Yo fui a parir al hospital Francisco Franco, hoy llamado Gregorio Marañón. Me ingresaron supuestamente porque estaba de siete meses, pero rápido me puse de parto. Pude escuchar a mi bebé llorar con fuerza, pero me dijeron que le iban a meter nen la incubadora porque era sietemesino, allí perdí su pista", nos cuenta está madre que a día de hoy sigue buscando a su hijo.
Enriqueta: "En mi parto estaban Sor María y el Dr. Vela"
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"Yo estaba casada y tenía tres hijos más. Me quedé embarazada otra vez y, aunque tenía Seguridad Social, quería dar a luz en una clínica privada. Elegí la Clínica San Ramón, donde estaba el doctor Vela. Cuando me puse de parto fui al hospital y me mandaron para casa hasta las 10 de la noche. A las ocho de la tarde volví a la clínica y sobre las 12 de la noche me bajaron, pero a mi marido no le dejaron acompañarme. Sor María y mi doctor me dijeron que iban a ponerme un suero para que las contracciones viniesen más rápidas, pero me durmieron. Yo escuché llorar a mi hija y al doctor diciendo que me volviesen a dormir", nos ha contado Enriqueta, una madre convencida de que alguien le robó a su recién nacido.
Paloma lleva 33 años buscando a su hija
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"Ingresé a las 5 de la mañana y a las 5 había nacido mi niña en la maternidad de O'donnell, donde yo ya había tenido a otro hijo sin ningún problema. Me pusieron a mi niña encima, una niña preciosa con 3'5 kilos. La llevarona a la habitación y mi marido la estuvo viendo. Cuando mi marido se fue a casa a descansar, la monja vino y se llevó a mi hija para hacerle el reconocimiento médico. A mí me puso una inyección y no me desperté hasta por la tarde. Entre sueños escuché que a la niña se la habían llevado a la incubadora porque tenía frío y nunca más se la dejaron ver a nadie. Al tiempo me dijeron que estaba muerta, supuestamente a causa de un ataque al corazón", nos ha contado esta madre que lleva 33 años buscando a su hija.
Mª Luisa, una historia con final feliz
Mª Luisa cumplía el perfil de las víctimas. Una mujer joven, separada y con una hija nacida de un matrimonio que ya se había roto. "Empecé una relación después de separarme pero, cuando me quedé embarazada, mi pareja me dijo que tenía una novia de toda la vida. En ningún momento se me pasó por la cabeza abortar. A mis manos llegó una revista en la que decía que Sor María ayudaba a madres solteras con problemas y decidí ir a verla acompañada por mi madre", nos cuenta esta madre a la que le fue arrebatada su hija.
Después de dar a luz, a Mª Luisa le aseguraron que su hija había muerto. Poco después la versión cambió, comunicándole que, aunque estaba viva, iba a ser dada en adopción. No tardó en plantarle cara, pero Sor María le amenazó con quitarle a su otra hija por haber sido madre fuera del matrimonio.
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Pero el destino ha hecho que recupere a su hija, con la he hoy en día mantiene una relación de madre e hija: "Mi hija Inés escribió la historia en el periódico 'El Mundo' la historia de cómo le robaron a su madre su hermana. Pude ver que había más personas como yo y comencé la búsqueda. Dio la casualidad de que mi hija también me estaba buscando y una periodista nos ayudó a encontrarnos".
Aunque madre e hija han estado separadas muchos años, asegura que su relación es totalmente normal: "Después de 29 años nos encontramos y es como si nunca hubiésemos estado separadas. Mantenemos una relación de madre e hija".
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