A Dolores la durmieron para dar a luz. Cuando se despertó de la anestesia, Sor María les dijo que su bebé había muerto. Ella y su marido querían saber que había pasado y la religiosa, ante tantas preguntas, la amenazó con ingresarla a un psiquiátrico. "Lo que teneis que hacer es ver oir y callar y marcharos a vuestra casa que aquí no ha pasado nada", les dijo. Las sospechas se confirmaron cuando un auxiliar les confesó que su hijo estaba vivo, se lo había llevado otro matrimonio: "Aquí nacen muchos niños y a los más hermosos se los llevan".