Don Francisco y su esposa llevaban mucho tiempo intentando ser padres. Como ella no conseguía quedarse embarazada decidieron contactar con una madrona. Al poco tiempo, se presentó en su casa y les dijo que había una oportunidad para ser padres y ellos aceptaron enseguida: "Cuando te presentan lo que quieres no piensas en si es legal o no lo es". Los médicos les dijeron que el bebé había sido abandonado y que era mejor que lo registraran como hijo biológico. Don Francisco y su mujer iniciaron los trámites sin tener ningún problema. Ahora, ya mayor, quiere ayudar a su hijo Leo a encontrar a su familia biológica para que no se quede sólo.