Manuela ingresó en una clínica privada a punto de dar a luz. Desde un primer momento, la prepararon para que se hiciera la idea de que no iba a tener hijo ya que había tenido unas pérdidas meses antes. Tras el parto, el Dr. Vela les comunicó que el bebé había nacido con una malformación: "Este bebé ha nacido deforme, más vale que se muera". Cuando finalmente falleció, los padres querían hacer la autopsia al pequeño. Sin embargo, el doctor se había llevado toda la documentación del niño. "Aquí fue cuando mi marido se enfadó y pegó un puñetazo al Dr. Vela", cuenta Manuela.