"Yo estaba casada y tenía tres hijos más. Me quedé embarazada otra vez y, aunque tenía Seguridad Social, quería dar a luz en una clínica privada. Elegí la Clínica San Ramón, donde estaba el doctor Vela. Cuando me puse de parto fui al hospital y me mandaron para casa hasta las 10 de la noche. A las ocho de la tarde volví a la clínica y sobre las 12 de la noche me bajaron, pero a mi marido no le dejaron acompañarme. Sor María y mi doctor me dijeron que iban a ponerme un suero para que las contracciones viniesen más rápidas, pero me durmieron. Yo escuché llorar a mi hija y al doctor diciendo que me volviesen a dormir", nos ha contado Enriqueta, una madre convencida de que alguien le robó a su recién nacido.