Tras conocer la dura historia de los niños robados, Camino se ha planteado si ella es una de esas niñas. "Mis padres acudieron a la famosa AEPA, Asociación Española para la protección de la adopción, pensando que era un organismo público. Allí les contaron que era muy complicado adoptar y les mandaron a Santa Cristina para hablar con Sor María. Ellos se entrevistaron con ella y les dijo que si se enteraban de que alguien quería dar a su hijo en adopción, que se lo contasen a ella. Por circunstancias de la vida encontraron a una chica que no podía quedarse con el bebé y, aunque no llegaron a conocerla, la mandaron allí. Esa chica tuvo un hijo que evidentemente no soy yo. Mi madre se enteró de que ese niño había nacido y se fue a Santa Cristina. Sor María le dijo que no se podía llevar a ese niño por si la madre se arrepentía y se enfrentaron. Mi madre amenazó con llamar a la prensa y denunciarla y, curiosamente, al día siguiente aparecí yo en la clinica San Ramón A mi madre nunca le gustó Sor María", ha relatado Camino planteándose si le fue arrebatada a su madre.