Protagonizada por la italiana Vittoria Puccini ('Baciami ancora', 'Colpo d'occhio') y el venezolano Santiago Cabrera (nominado al Premio ALMA al Mejor Actor de Televisión por 'Héroes' en 2007) en los papeles de Ana y del conde Vronsky, respectivamente, la miniserie cuenta también en su equipo artístico con tres aclamadas actrices nacionales: Ángela Molina (cuatro Fotogramas de Plata a la Mejor Actriz en 1978, 1980, 1987 y 1998) como la condesa Vronskaya, madre de Aleksei Vronsky; Patricia Vico (Fotogramas de Plata a la Mejor Actriz de Televisión en 2009 por 'Hospital Central') como Lidia Ivanovna; y María Castro (Premio Ondas a la Mejor Intérprete Femenina de Ficción Nacional en 2008 por 'Sin tetas no hay paraíso') dando vida a Varenka.
Francesco Arlanch ('Angel's Friends', 'Pompei') firma el guión de esta moderna adaptación televisiva del relato de Tostói, en la que también figuran Benjamin Sadler ('El código de Carlomagno'), Lou de Laâge ('1788... et demi'), Max Von Thun, ("El lugar del crimen") y Sydney Rome ('La herencia de los Guldenburg'). Rodada en diversas localizaciones de Lituania y Letonia, la miniserie relata las historias de Ana y Kitty, dos mujeres cuyos destinos se cruzan mientras comparten el mismo sueño: encontrar el verdadero amor para vivir la vida plenamente.
Estrenada el pasado diciembre en Italia, 'Anna Karenina' arrasó en su emisión en la cadena italiana Rai 1, liderando su franja horaria tanto el día de su estreno (2 de diciembre: 5.558.000 espectadores y 19,9% de share) como el del desenlace (3 de diciembre: 5.279.000 espectadores y 19,9% de share).
Principales novedades
Considerada como una de las grandes historias de amor de todos los tiempos desde su publicación en el año 1877, 'Anna Karenina', primera novela del escritor León Tolstói y una de las obras cumbres del realismo ruso, ha sido revisada y adaptada al cine, la televisión y el teatro en numerosas ocasiones. Cotizadas actrices hollywoodienses como Greta Garbo, Vivian Leigh, Jacqueline Bisset, Sophie Marceau o Keira Knighley han dado vida al personaje de Ana en la gran pantalla. Además, este célebre relato de Tolstói ha inspirado el ballet de Ródion Schedrín para la bailarina Maya Plisétskaya estrenado en 1972 en el Teatro Bolshói de Moscú y la ópera en inglés de David Carlson que debutó en la Florida Grand Opera de Miami en 2006.
En esta novedosa versión televisiva, la apasionada historia de Anna y Kitty, la tragedia, la incesante búsqueda de la felicidad, el amor cotidiano y un romance extraordinario -ingredientes esenciales del relato original- conviven con nuevos elementos como una trama argumental que ahonda en la vida familiar y matrimonial de distintas parejas -Ana y Vronsky, Ana y Karenin, Kitty y Levin y Dolly y Stiva- y otorga mayor peso a la otra gran protagonista de la novela, el personaje de Kitty, cuñada del hermano de Ana que logrará sobreponerse tras varios reveses y encontrar el camino de la felicidad.
A su matrimonio con un alto funcionario del Gobierno y al cariño de su adorable hijo Serjozha renunciará Ana Karenina, una mujer que sucumbirá a la pasión que le llevará a emprender la búsqueda del amor verdadero en brazos del fascinante oficial Aleksei Vronsky. La carrera militar del joven, su posición social y la riqueza de su noble familia se verán amenazadas por este amor extraordinario que desafiará los convencionalismos de la aristocracia rusa de la época.
La fastuosidad de la aristocracia rusa de finales del XIX
Los sofisticados círculos de la aristocracia rusa en Moscú y San Petersburgo de finales del XIX en los que se mueve la heroína de Tolstói han sido recreados en medio centenar de localizaciones de Lituania y Letonia, entre las que destacan la emblemáticos palacios bálticos de la ciudad lituana de Vilna y sus alrededores, así como la localidad letonia de Rundale.
En el palacio de Rundale, considerado uno de los exponentes más representativos de la arquitectura barroca y construido por Francesco Bartolomeo Rastrelli -arquitecto del Palacio de Invierno de San Petersburgo-, se han rodado algunas de las secuencias de las fastuosas fiestas de la Rusia imperial. Otro destacado set de rodaje ha sido una pista de hielo de 700 metros cuadrados, creada expresamente por el equipo de producción y que tras la grabación de la ficción ha sido donada a la ciudad de Vilna.