En su regreso a televisión, (Verbo, Sin tetas no hay paraíso) encabeza junto a Francesc Orella (Los ojos de Julia, Alatriste) el elenco de este drama de suspense dirigido por Salvador Calvo (La Duquesa, Paquirri, Masala) y producido por Telecinco Cinema con Fausto P.C. y Zentropa Spain.Miguel Ángel Silvestre
Dos jóvenes somalíes tratan de matar el tiempo en una barca en medio del mar mientras se dejan llevar por la corriente. Están demasiado alejados de la costa y el sol del Índico cae implacablemente sobre ellos mientras buscan algo que comer entre sus escasas provisiones. Llevan 17 días en alta mar cuando uno de ellos descubre la figura de un buque de pesca a travésde unos viejos prismáticos.
Los avistadores se llenan de alegría cuando comprueban que el barco no dispone de armamento y llaman al clan pirata para comunicarle la noticia y facilitarle su posición exacta gracias a un GPS. Así se inicia el secuestro del buque Alakrana por parte del cabecilla del operativo, El Hijoputa, y sus piratas, mientras los pescadores intentan recoger las redes con las que se encuentran faenando en ese momento. Los corsarios en tierra entran en contacto con un bufete de abogados en Londres que les facilita los datos sobre el atunero y el posible rescate que pueden pedir. Mientras la fragata de la Operación Atalanta intenta dar alcance al buque, un esquife con los dos jóvenes somalíes se cruza en su camino. Ambos son detenidos y puestos a disposición judicial en España.
Desde Kenia, los agentes del CNI y el embajador trabajan en la resolución de secuestro de los marineros, situación que se complica con la detención de los jóvenes.
El Hijoputa recibe órdenes de su jefe, El Presidente, desde tierra. Los marineros son presionados para que hablen con sus familias y forzar así al Gobierno a que libere a los dos detenidos y pague el elevado rescate. Bajo circunstancias extremas, los tripulantes sufren numerosas humillaciones y son separados: por un lado los marineros y por otro el patrón y el capitán. Intentan mantener la calma en tan difíciles circunstancias, pero a medida que pasan los días la situación se complica y aumenta el nerviosismo entre los secuestradores.
Las familias de los secuestrados exigen al Gobierno que traigan de regreso a los suyos sanos y salvos, pero el arresto de los dos somalíes dificulta el rescate. Varios flashbacks descubrirán el pasado de El Hijoputa y del patrón, dos visiones totalmente diferentes, pero a la vez cercanas. Mientras tanto los agentes del CNI, intentan sin éxito pagar un rescate, cruzando fronteras y estableciendo contacto con intermediarios, embajadores y traductores.
Víctimas, verdugos y mediadores
El joven capitán del buque, encarnado por Miguel Angel Silvestre, se enfrenta a la veteranía del patrón encargado de las faenas de pesca, interpretado por Francesc Orella. La amenaza reside en Somalia, donde la banda de los Burkab Abib, capitaneados por el actor Babu Cham, se encargarán de secuestrar el atunero Alakrana. Entre los marineros, Juan Carlos Vellido, Toni Sevilla, Paul Berrondo, Paco Hidalgo y José Yebenes, harán piña ante la terrible situación.
Sus familiares, entre los que destacan Edurne, la mujer del engrasador (Cristina Plazas), y Patricia, la hija del patrón (Irene Montalá), presionarán al Gobierno para llegar a una solución favorable para los marineros. En tierras africanas, los agentes del CNI, Fernando Cayo y Antonio Velázquez, negociarán con el embajador en Kenia, Carlos Hipólito, el armador del barco, Manel Barceló, y el abogado de Londres que representa a los piratas, Brendan Price.
Un suceso de alcance mundial
El secuestro del Alakrana es una historia real, con una cronología precisa y ampliamente difundida por los medios de comunicación durante los 47 días de cautiverio. La simple narración de los hechos proporciona una historia de suspense, tensión e intrigas políticas que logra mantener vivo el interés del espectador. Sin embargo, hay algo más, algo que trasciende la propia anécdota del secuestro y que permite desarrollar un relato de mayor calado que supera esa mera relación de acontecimientos, como en las películas El jardinero fiel, United 93 o Black Hawk derribado.
Además, es una historia de alcance universal que une dos partes de una misma realidad, que son al mismo tiempo reflejos de un mismo espejo. Sin héroes ni villanos, ni vencedores ni vencidos, los marineros y secuestradores de Alakrana son las dos caras de una misma moneda: seres humanos expuestos a situaciones límite.
La moderna piratería que tiene lugar en las aguas del Índico es una de las situaciones con mayor repercusión mediática a nivel mundial que afecta a gran parte del mundo, desde Japón hasta Grecia. Sin embargo, hablar sólo de la piratería en esta miniserie no haría justicia al guión ni al planteamiento de la dirección.