Si no te ha quedado claro, te lo puede decir en chino. Risto Mejide escupe verdades a la cara de cualquiera que se le ponga por delante. Ese ha sido el papel que le ha hecho triunfar en televisión, pero no ha sido el único que ha desempeñado en su vida, sino uno más y bastante discreto a juzgar por su currículum. Pues sólo como una auténtica proeza se puede definir el haber estudiado chino, como es su caso, o haber terminado sus estudios de Dirección de Empresas en la Universidad de Barcelona (ESADE) y dar clase en una facultad adscrita a la Pompeu Fabra.
Apasionado de la música, era voz y teclista del grupo catalán 'Om'. Su formación mezcló estilos diversos durante los noventa, pero no duró más de un año. De hecho, él mismo reconoció entrevistado en El Mundo que sus compañeros triunfaron en la música justo cuando él abandonó el grupo. En sus palabras: "Me nominé".
La carrera de Risto Mejide es mucho más amplia que eso. Britney Spears, U2, Radiohead, Lou Reed... son solo algunos de los clientes que han solicitado su asistencia cuando trabajaba en el mundo de la publicidad. Su hoja de servicios es la de todo un galáctico. Siempre ha trabajado para los mejores: Bassat Ogilvy & Mather, Saatchi & Saatchi, Leagas-Delaney o Euro RSCG. Además, no triunfó en la música pop, pero compuso singles para anuncios, trabajó como arreglista en álbumes de Luz Casal y colaboró con el emblemático productor Paco Trinidad. Por no hablar de sus años como tertuliano junto a Luis del Olmo y colaborador de Julia Otero.
Toda esta trayectoria fue sacrificada en el altar sagrado de la televisión. Risto dejó de ser ese crack en la sombra para actuar bajo los focos. Su aparición en Operación Triunfo . Mientras tanto, nadie asumió como él la verdadera naturaleza del programa.
Su visión es clara y meridiana y no la esconde. No en vano, en la Universidad ha enseñado durante años la asignatura 'Vieja creatividad para la nueva economía'. En pocas palabras, enseñaba a llamarle al pan, pan, y al vino, vino. Sólo en una ocasión se contradijo, cuando declaró en El País, "si me ofrecieran un programa, diría que no. Soy idiota, no suicida". Pero tomó la cicuta. Risto se enfrentaba entonces a un programa sólo para él, ' G-20 ', donde hacía lo que más le gusta, cantar las verdades del barquero, esta vez no con jóvenes promesas, sino con personalidades destacadas.
Tras este periplo televisivo, Risto comprobaba tranquilo cómo sus obras van sumando ediciones. Tres libros ha escrito, 'El pensamiento negativo', 'El sentimiento negativo' y 'Que la muerte te acompañe'. Alejado durante un tiempo de las cámaras que recogían sus verdades sin anestesia, Risto vuelve a la televisión para hacer lo que mejor se le da: opinar y juzgar. 'Tú sí que vales' cuenta con la lengua más afilada de la tele, que hará temblar a todos aquellos que se suban encima del escenario buscando la gloria.