La sostenibilidad que envuelve al cultivo y la producción de limón en Europa da pie que cada vez más consumidores opten por incorporar a su alimentación cotidiana este cítrico, que sobre todo procede de campos situados en la zona del Mediterráneo. Alemania y Francia son sus principales mercados dentro de la Unión Europea, los cuales siguen incrementado la demanda debido a la confianza depositada en uno de los alimentos más sanos y populares de la dieta mediterránea.
En ambos países, además de España, la sostenibilidad ha pasado a ser un concepto que está en boca de todo el mundo, especialmente entre los consumidores más preocupados por el futuro del planeta; que lo han hecho suyo como una exigencia ante la que no cabe ninguna negociación. En el sector son conscientes de esta nueva realidad y, en virtud de ello, han implantado una hoja de ruta basada en optimizar su relación con el medio ambiente, mediante un enfoque en la ecoeficiencia y prevención, que minimiza tanto el uso de insumos como de recursos naturales.
Así, el limón de Europa se ha erguido como uno de los grandes aliados para combatir el cambio climático, puesto que también ha demostrado ser un excelente fijador de gases de efecto invernadero, al capturar 340.000 tn netas de CO2 por año, cifra equivalente a la contaminación que causan más de 140.000 coches de gasoil recorriendo cerca de 20.000 km. Y es que Europa cuenta con un bosque de limoneros que supera los 15 millones de ejemplares, donde cada árbol absorbe unos 22,6 kg anuales de CO2, con arreglo al informe ‘Huella de carbono del sector del limón de España’ elaborado por la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (AILIMPO).
Estos elevados datos de fijación de gases de efecto invernadero resultan determinados por las diferentes técnicas que aplican los productores de limón en Europa. De tal manera, el aumento de la superficie del terreno ecológico a lo largo de la última década ha colaborado en reforzar la captura de CO2. “Además, este tipo de cultivos deriva de una agricultura que conserva y protege la biodiversidad al fomentar la plantación de setos y arbolado, y al suprimir productos de síntesis que afectan a la fauna que rodea las explotaciones y a la cadena alimentaria”, subraya AILIMPO.
Todo ello, cabe destacar, desarrollado bajo la estricta supervisión de la normativa ecológica europea, por la que todo producto considerado como biológico o ecológicos deben llevar en su etiqueta el logo de la Unión Europea y el código numérico de la certificadora que lo ha expedido.
Estas y otras particularidades del limón de origen europeo son difundidas por la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (AILIMPO) en la campaña de promoción Welcome to the Lemon Age, la cual cuenta con el respaldo de la Unión Europea, con el objetivo de fomentar su consumo entre las nuevas generaciones de consumidores de Alemania, Francia y España; y que se valoren y aprecien más propiedades diferenciadoras como, por ejemplo, su calidad, frescura, sostenibilidad, trazabilidad y seguridad alimentaria respecto a los limones extracomunitarios.