Nolan y Talia tienen que perseguir a dos ladrones en el metro, van disfrazados de zombies y tienen una bolsa llena de dinero. Cuando consiguen abatirlos, un guitarrista coge el botín y sale corriendo. Días después, los policías le localizan pero el ladrón les explica que ha tenido que robar por necesidad pero que quería devolverlo.