Esta es la historia de Alfredo, un hijo abandonado. Su madre, Mariángeles, se queda sola el mismo día en que el bebé nace ya que su padre, Driss, se marcha sin decir adiós sin ni siquiera mirar la cara del recién nacido.

Cuando la madre de Alfredo regresa a casa con el bebé descubre que todo está revuelto y que el cabeza de familia les ha abandonado tanto a él como a su hermana, ocho años mayor que él.

Pese a que Alfredo se cría feliz con su madre, su hermana y sus abuelos maternos, lo cierto es que nuestro invitado siempre ha echado en falta la presencia de un padre: “Todos hablan en la familia de Driss, pero nunca con cariño”.

Aunque Driss ha decidido no acudir al plató de ‘Hay una cosa que te quiero decir’ para conocer a su hijo biológico, lo cierto es que sí que aparece en programa alguien que Alfredo no esperaba: una hermana biológica.

Se trata de Noa, una chica de Salou con la que comparte padre biológico y que también se ha sentido defraudada por él: “Yo ya no me hablo con él, mi hermana pequeña sí, yo vivo mejor y más feliz sin él en casa”.