En el primer programa de la temporada conocimos a Carla, una canaria de 39 años que había sido dada en adopción siendo apenas un bebé pero que no había sabido de sus circunstancias hasta los 15 años.
Pese a que en lo material Carla tuvo todo lo que podía necesitar y desear, lo cierto es que en lo que respecta a los afectos siempre sintió que algo no iba bien: “Mi madre era una mujer muy fría conmigo”. Al poco tiempo de enterarse de que era adoptada, Carla intentó sin éxito irse de casa, una situación que solo complicó aún más el estado de desapego en el que se encontraba. Con los años y con la ayuda de un abogado, Carla logró encontrar su partida de nacimiento para de esa manera tener un hilo del que tirar.
El equipo de ‘Hay una cosa que te quiero decir’ consiguió encontrar a Fátima, la madre biológica de Carla, pero ésta rechazó acudir al programa. En su lugar sí apareció Virginia, la hermana biológica de Carla por parte de madre y de la que ni tan siquiera conocía su existencia.
Virginia, muy emocionada, le explicó en ese primer programa de ‘Hay una cosa que te quiero decir’ que la madre de ambas sentía miedo de quién pudiera estar tras el sobre del programa, pero que ella haría todo lo que estuviese en su mano para que el reencuentro se produjese. Dicho y hecho.
En este segundo programa, Carla se ha llevado la mejor de las sorpresas: “Carla, tu madre se ha puesto en contacto con nosotros para decirte que sí, que quiere conocerte”, le explicaba Jorge Javier Vázquez. Lo que Carla no imaginaba es que la versión de Fátima era muy distinta a la que a ella le habían contado desde pequeña.
La madre biológica de Carla le explicaba al presentador que ella no sabía de la existencia de su hija: “Cuando Virginia me dijo que la persona que había estado en el programa era una hija mía no me lo podía creer, yo tuve una hija hace 39 años, sí, pero me dijeron que había nacido muerta, hasta me hicieron firmar un acta de defunción. Nunca la vi”.
Carla, que no podía reprimir las lágrimas, se encontraba por primera vez frente a frente con su madre y con su hermana Virginia, pero las sorpresas no acababan ahí: “Carla, hemos encontrado también a Richard, tu hermano mayor y está aquí”.