TardeAR ha entrevistado en directo a Azahara, la mujer que consiguió salvar la vida de una bebé de tan solo un mes el pasado 29 de octubre. Nos ha contado cómo ocurrió ese agónico rescate. Asegura que fueron horas de máxima tensión porque no sabían qué les iba a deparar el destino y el agua no paraba de subir. Además, se le añade ese instinto de supervivencia que hizo posible que tanto la bebé como su madre, su abuela y la propia salvadora, ingeniaran un plan para que no les llevase la corriente. 

"Arriesgaste tu vida para ayudar a ese bebé de tan solo un mes", ha trasladado Ana Rosa a la heroína. 

Es sin duda una tragedia que nunca van a olvidar. Azahara tuvo que salir por la ventanilla del coche como Flor y su madre mientras el agua estaba ya por encima de sus cinturas. Estas dos últimas tenían al bebé en el maletero. "Subimos a una valla, a una caseta, y allí un hombre dijo 'estoy con una bebé, una madre y una abuela'". 

La heroína ha relatado a Ana Rosa cómo fue ese instinto de supervivencia que mantuvo al bebé a salvo en unas horas de máxima tensión y pánico. "Me tocó cruzar al otro lado a través de la valla", dice Azahara, hasta que finalmente Flor no se lo piensa dos veces y confía plenamente en la mujer para darle a su bebé. 

Lo más importante era esa pequeña criatura. Así, Azahara decidió que una nave industrial muy próxima a la riada era el sitio más idóneo para refugiarse. "Nos metimos dentro de un despacho y encontramos una maleta que le servía de cuna", ha destacado en TardeAR. 

Ella, junto a otro grupo de personas a las que le pilló por completo la DANA, decidieron que era una buena idea romper la verja del recinto por si no tenían escapatoria. 

Todo esto tiene lugar en Paiporta, aquél martes fatídico entre las 7 y media de la tarde y las 8. Desde estas horas hasta aproximadamente la 1 de la mañana, el grupo estuvo manteniendo la calma como podían aunque no daban crédito con lo que estaban viviendo. "Afortunadamente, bajó el nivel del agua, y vino la guardia civil", destaca.

Es cuando se produce otro momento del que se puede extraer un ejemplo de solidaridad. "Uno de los agentes le dio un beso a la bebé", ha contado. Ahí ya se sintieron completamente a salvo, porque tal y como nos ha contado, fueron "horas eternas donde piensas que no tienes salida". 

También, ha destacado que tuvieron que coger palés, puertas y todos los aparatos disponibles para salir si el agua les llegaba incluso estando dentro de la nave. "No quieres morir ahí dentro". 

Ana Rosa estaba totalmente impactada con la historia. "Lo que puede ingeniar una madre, una abuela y una salvadora para salvar a un bebé", valora la presentadora. 

En mitad de la catástrofe, pudieron incluso ayudar a cambiar el pañal del bebé. Cogieron un botiquín para limpiarlo, pues todos tenían sus esfuerzos depositados en la pequeña para evitar que sufriese.