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Okupa de la cárcel de Mallorca: "Provocaron un incendio por un ajuste de cuentas. Aquí es tu vida o la suya"

‘Vamos a ver’ se desplaza hasta una antigua cárcel en la Palma, un lugar que se ha convertido en un polvorín por las constantes peleas entre los distintos grupos de okupas. Lucía es una de las personas que viven en esta antigua prisión y está reclamando un trabajo y una vivienda para salir de ahí.

Se provocó un incendio por un ajuste de cuentas. Aquí hay unos códigos, si tu vas y prendes fuego a un 'chavolo', ellos te prenden la tuya. Entre los argelinos y los marroquíes es así. No puedo hablar más, sólo le pido al alcalde que si me está escuchando que me de una vivienda. No estoy aquí por gusto, llevo ocho meses y se pasa muy mal”, detalla la okupa.

"Tenemos que ir a buscar el agua una fuente para ducharnos, lavar la ropa, no tenemos luz. Hay ratas que parecen caballos. La gente que vivía antes aquí cagaba en un periódico y lo tiran aquí, es antihigiénico. Tengo heridas en las manos de una pelea porque atacaron a mi marido, él se está haciendo curas, aquí es tu vida o la suya. Yo no me meto con nadie, no queremos problemas, pero si tocas lo que quiero ahí me vas a ver. Lo único que le pido al alcalde es que nos den un trabajo, una vivienda y verás como no estamos aquí", asegura.

Lucía: "Lo que pedimos es una solución, no estamos haciendo daño a nadie"

"Somos más de 60 personas. Mi marido trabaja cuando le salen horas y aún por encima hay muchísima corrupción. Mi currículum al ser escaso no me dan trabajo, por eso pido que igual que se come un chuletón, que me de un trabajo. Mi marido trabaja en negro y es el que nos alimenta en casa", detalla Lucía.

"Tengo hijos los está cuidando mi madre, me los está criando. Ellos saben las condiciones en las que estoy y lo pasan mal, tengo una psicóloga de la Cruz Roja. Estamos en los 'chavolos', donde estaban los funcionarios vigilando a los presos. No tenemos ventana, lo tapamos con la esponja que hay dentro de los sofás. Lo que pedimos es una solución, no estamos haciendo daño a nadie. Mi marido hasta ayudó a los bomberos, queremos que cambie esto, no nos merecemos lo que hagan los demás. No nos metemos con nadie y no queremos violencia", comenta la okupa.