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Marta Insausti es la siguiente invitada en la sección ‘Todas las mujeres que soy’. Una de esas personas que sirven de inspiración, que derrochan valentía y que dejó todo atrás con el único objetivo de ser feliz y sentirse viva.
Los años no pasan por Marta Insausti desde el momento en el que decidió subirse sobre su moto y marcharse hasta la India. Desde entonces, los años son sólo unos números a los que va cargando de inolvidables experiencias que le han permitido conocer nuevas costumbres y personas por todo el mundo.
Marta Insausti confiesa cómo decidió dar ese giro radical a su vida: “Me empezaron a suceder una serie de cosas. Primero empezó la crisis económica, luego me diagnostican un cáncer, arrastrando ya muchas cosas…”.
Una serie varapalos que, lejos de venirse abajo, sirvieron a Marta Insausti para reconducir con valentía lo que verdaderamente quería hacer en su vida: “Cuando me vi en mi casa, me dije: ‘Para, escucha a tu corazón, ¿qué quieres hacer?”.
Tras hacerse a sí misma esa pregunta, rápidamente encontró la respuesta. “¿Por qué no me voy en moto a la India?”, comenta Insausti mientras sonríe al recordar el momento en el que cambió todo para ella.
“Tenía una necesidad de abandonar la vida que llevaba, hacer algo que me hiciera sentir viva… quería que cuando me viera en mi último momento, pudiera decir ‘ha merecido la pena”.
Desde aquel momento, todo cambió. Marta Insausti ha dado la vuelta al mundo, ha recorrido 50.000 kilómetros y ha estado en más de 20 países. Ahora, que va a cumplir 60 años, tiene la vitalidad de una adolescente: “Estreno década y me siento como una guerrera samurái, ¡puedo con todo!”.
La protagonista de este episodio de ‘Todas las mujeres que soy’ es el claro ejemplo de vitalidad y superación, demostrando que la edad y el género femenino nunca pueden ser un impedimento para nadie. “Cada año que cumplo lo disfruto como una loca, creo que mola mucho ser mayor”, sentencia Marta Insausti