El pasado mes de agosto, Elena recibió una llamada que le cambió la vida. A pesar de que llevaba dos años sin hablar con su hijo, le llamó su pareja para decirle que estaba embarazada. Le pidió que le acompañara al hospital cuando diera a luz, así lo hizo Elena y los servicios sociales le ofrecieron la custodia de su nieto. Sin embargo, en los pocos días en que Elena lo valoró con su familia, las autoridades le comunicaron que tenía que someterse a unas pruebas y se declaró que no era idónea. Ahora, ve a su nieto una hora al mes y lucha por su custodia mientras el bebé está con una familia de acogida de urgencia.
Tras valorarlo, Elena se trasladó con la pareja de su hijo al hospital para acompañarla en el nacimiento de su nieto. Notó que no tenía la alegría que ella sintió con el nacimiento de sus hijos y también le extrañó que se llevaron al bebé al nido y no se lo daban a su madre.
La asistente social le dijo que su nuera ya había sido madre y la administración le había retirado la custodia de sus hijos. Así que le ofrecieron llevarse a su nieto a casa pero ella pidió unos días para poder consultarlo con su actual pareja y su hijo mayor, con el que aún convive.
Elena no tardó en acceder porque todos estuvieron de acuerdo en que eran su familia, sin embargo, la administración le dijo que iban a hacer las cosas "bien" y que iban a someterla a unas pruebas para ver si era idónea o no para tener la custodia de su nieto.
"Cruz Roja es la encargada de hacerme los cursos de formación y ese informe de idoneidad y Cruz Roja ha decidido que no soy idónea", se quejaba Elena y daba los motivos: "El día de mañana, si aparece el padre, va a haber un grave trastorno emocional en mi persona y en el bebé, que es lo que yo reivindico, si yo no quiero cuentas con ese padre".
Ahora, Elena asegura que le informe tiene "muchas discordancias", que cuando hizo el test "se me mete prisa" y se le dijo que no iba a tener relevancia: "Me he hecho después, por consejo de mi abogado, para presentar en el juzgado un informe psicosocial, que me lo han hecho dos peritos del juzgado de Granada que tienen un prestigio (...) En el de Cruz Roja sale desfavorable y en el otro sale bien".
Antes, Elena veía a su nieto cada quince días pero ahora solo puede estar a su lado una hora al mes pero está decidida a seguir luchando.