Una chica de 19 años de Salamanca ha relatado a 'TardeAR' el infierno que ha vivido durante estos dos años en los que ha permanecido secuestrada. "Siento que he vuelto a nacer", explica tras dos meses de torturas, peleas y privación de la libertad.
"Estaba medio muerta y me faltaba muy poco. Yo lo sentía ya. No estaba bien. Me juntaba las muñecas como que me pusiera unas esposas y me ponía bridas. Me ha llegado a poner 13, 14, 15 o 20 bridas juntas atada al somier y a la cama", relata la víctima del secuestro, que había denunciado a su pareja por malos tratos aunque, por razones que se desconocen, decidió retirar la denuncia.
La joven revelaba, además, que le daban poca agua y que no le dejaban ir al baño porque no querían desatarla. "Me tenía que hacer mis necesidades encima", ha confesado. Finalmente, la víctima del secuestro recuperó su libertad "gracias a los vecinos, por los gritos, y a mi hermano que vino a buscarme", declaró.
En 'TardeAR', su tía también intervenía hablando de lo ocurrido. "La tenían maniatada. No le daban de comer ni agua. Si fuera hacía 45 grados, dentro hacía 60. Esa niña estaba deshidratada completamente", apuntaba indignada. Explicó, además, que cuando la familia acudía al domicilio preguntando por ella, su pareja y su suegra siempre decían que no estaba en casa. Por otra parte, la tía de la víctima ha asegurado que este suceso se habría producido anteriormente con tres exparejas más del detenido.