Una gala llena de sorpresas y humor
VANESSA MARTÍN
04/02/200810:38 h.20:00. Palacio de Congresos de Madrid. Todo está preparado para que comience el desfile de estrellas por la alfombra verde (Spain is different).
Los primeros rostros conocidos van llegando. Juan José Ballesta, vestido por Adolfo Domínguez, y Fernando Ramallo son los primeros en posar para los fotógrafos.
Escotes de vértigo, vestidos de noche que quitan el hipo, taconazos, algún recogido imposible... Cada actriz un estilo, alguno más acertado que otro. Los chicos impecables: traje oscuro y algún que otro esmoquin, pero sin demasiadas sorpresas. El único en arriesgarse, Santi Millán que lució un traje en color plata de Cavalli.
Haciendo piña llegó el equipo de 'Siete mesas de billar francés'. Gracia y Elías Querejeta llegaron acompañados por Maribel Verdú, Blanca Portillo y Raúl Arévalo, todos ellos nominados.
Según avanza la noche el Palacio de Congresos se convierte en un hervidero. La primera en cortar la respiración fue Elsa Pataki.
Enfundada en un espectacular Versace en color rosa pálido, la actriz recibió los piropos de los presentes y posó como una auténtica diva de Hollywood. Una larga cola y un importante escote, tanto por delante como por detrás, hicieron las delicias de los equipos gráficos. La actriz completó su look con un peinado poco acertado: una trenza en un recogido alto y un poblado flequillo.
Poco antes de las 21:00 de la noche llegó el equipo de 'El Orfanato' con una espectacular Belán Rueda a la cabeza. Luciendo un vestido palabra de honor en color rojo sangre de Carolina Herrera, que recordaba a la mítica Gilda, la actriz era la viva imagen del glamour y la elegancia. Con un sencillo peinado con ondas, Rueda fue la más guapa de la gala.
Mónica Cruz, muy morena, y luciendo con un Dolce y Gabbana negro, con un look que se asemeja cada vez al de su conocida hermana Pe, fue otra de las más estilosas. Tras ella, Ángeles González Sinde, la presidenta de la Academia, junto al Goya de Honor, Alfredo Landa. La presidenta eligió un modelo en color rojo de Alma Aguilar con un supercuello en color negro.
A las 21:30 José Corbacho aparece en el escenario del Palacio de Congresos homenajeando a los film nominados a mejor película. Apareció atavidado con el baby y la máscara de Tomás ('El Orfanato'), con un taco de billar ('Siete mesas de billar francés') y con un ramo de rosas ('13 rosas'). Tras despojarse del saco que le cubría la cabez el presentador hizo saber a los asistentes la soledad que sentía en el escenario ('La Soledad').
Una gala llena de anécdotas y humor
La gala promete. Después del guiño a las películas favoritas. Corbacho se pasea por el escenario y piropea a la protagonista de 'El Orfanato'. Un desliz verbal al llamarla Belén Esteban desata las primeras risas de los asistentes. La cara de Belén no tiene precio pero el conductor de la gala sale airoso del apuro con las siguientes palabras: "Belén Esteban nunca está guapa".
Sin embargo, el director catalán no se aleja demasiado de 'El Orfanato' y aprovecha para preguntar al pequeño Roger Princep si está todo bien y si necesita un alzador como los que dan en los cines para los niños. En ese momento se dirige a Bayona, que tiene cara de niño malo, y haciendo alusión a su estatura le pregunta si él necesita el alzador.
Corbacho cambia de look. Abandona su estilismo infantil para ponerse un sencillo traje color oro. La gala continua y 'El Orfanato' acumula ya tres goyas. La más sexy sube para entregar el Goya al mejor actor de reparto y el presentador no pierde su oportunidad: le planta un besazo a la Pataki que más de uno quisiera. 1
No ganamos para sorpresas. Llega el momento del discurso de la Presidenta y allí aparece Corbacho vestido como la presidenta en la gala del año pasado y comienza su particular discurso. Ángeles González Sinde corta su sketch y comienza su discurso, haciendo hincapié en la importancia del cine como medio educador.
2 Y se siguen repartiendo premios. La eterna nominada deja de serlo. Maribel Verdú recibe su primer Goya. La actriz no cabía en sí de gozo e hizo gala de un gran sentido del humor cuando confesó que no llevaba nada preparado por "¿para qué?". Estuvo divertida, exultante y contuvo las lágrimas hasta que se giró a mirar a José Coronado, su gran amigo y quien le hacía entrega del premio.
La más damnificada por este momento es Belén Rueda, que es entrevistada por Corbacho nada más perder el Goya.
No faltaron las anécdotas. Una de la más llamativas la confusión de los cámaras y el realizador en el Goya al director novel. Cuando se anunciaron los nominados en esta categoría surgió la confusión. En lugar de enfocar a Bayona enfocaron a su hermano, quien intentaba avisar con gestos que él no era el nominado. Al final, solución drástica: Bayona se cambió el sitio con su hermano.
Partía como favorita y desde luego fue la protagonista de la gala. Guiños, bromas y anécdotas. Todo giraba en torno a 'El Orfanato'. Pocos minutos después se anunció el ganador del Goya al actor revelación (José Luis Torrijo por 'La Soledad'). El pequeño Roger Princep se quedó son premio pero Corbacho lo solucionó rápidamente: "el único niño que hay en la sala no se puede ir de vacio". En un gesto conmovedor le hizo entrega de un 'goyita' de los que se se llevan los presentadores de recuerdo.
Poco a poco se llega al punto culminante de la gala. Se entregan los goya al mejor actor (Alberto San Juan por 'Bajo las estrellas') , al guión original (Sergio G. Sánchez por 'El Orfanato'), al guión adaptado (Félix Viscarret por 'Bajo las estrellas'), actriz de reparto (Amparo Baró por 'Siete mesas de billar francés), fotografía (José Luis Alcaine por '13 rosas') y dirección de producción (para 'El Orfanato').
Y la gala llega a su fin con la entrega de los dos premios gordos. La sorpresa salta en el Palacio de Congresos: 'La Soledad' de Jaime Rosales se alza con los goya a mejor director y mejor película.
Momentos emotivos
Como no podía ser de otra manera, el momento más emotivo de la gala llegó con la entrega del Goya Honorífico a Alfredo Landa, uno de los grandes del cine español. Tras la polémica que el propio Landa levantó sobre la entrega del premio, la Academia optó por José Sacristán y Miguel Rellán, dos pesos pesados para hacer la entrega. 3
Alfredo Landa, quien siempre tiene respuestas para todo, se quedó mudo. No era capaz de hilar las frases y muy emocionado se limitó a dar las gracias a todos e invitó a su mujer y sus hijos a subir al escenario con él.
El otro momento fue el riguroso homenaje a los que se han ido en el último año: Enma Penella, José Luis Coll o Carmen Rossi. Inevitablemente, el homenaje terminó con el recuerdo a Fernando Fernán Gómez.