Violeta y Fabio por fin se han reencontrado con sus madres después de haberse encontrado primero con sus suegras. Violeta estaba totalmente destrozada y sobrepasada por la situación con tan solo oler el perfume de su madre. Por su parte, Fabio estaba dispuesto a comerse un ojo que le había dado Lara Álvarez con tal de ver a la suya. Al final los dos se emocionaban y se abrazaban con sus familiares.