Toni, Diego y Reyes están muy enfadados porque el fuego se ha apagado. Alegan que no hay leña para alimentar la hoguera. La que hay esta mojada o muy verde para mantenerlo encendido. En señal de protesta, los eliminados han hecho una huelga de brazos caídos: no trabajarán hasta que no tengan una cerilla.
La moral de los tres de Cayo Paloma se encuentra por los suelos. Reyes no sale nunca de la cabaña. Toni y Diego no parecen mucho más animados. Es bastante significativo el hecho de que se hayan afeitado las barbas de náufrago: "Ya no somos supervivientes", explican.
El honor a la verdad, la situación de los eliminados es peliaguda. Comparten, como mínimo, las mismas penurias (hambre, bichos, inclemencias del tiempo...) que el resto de concursantes pero es muy posible que no puedan optar al premio. En cualquier caso, ahora mismo son los que más posibilidades tienen de irse a España. Razones para estar desanimados no les faltan.