Los supervivientes tienen vistas privilegiadas al cielo desde sus solitarios Cayos. Normalmente ven las estrellas, pero llevan dos días divisando algo que no pueden explicar.
El primero en dar la voz de alarma era Cristian Suescun: "¡Mira mira, mira qué rápido va eso! No puede ser un avión", decía a sus compañeros.
Todos se pusieron a mirar hacia arriba y Barranco soltó que se trataba de un satélite. Pero tanto Ferre como Fani tenían otra teoría: "Si es un satélite se mueve mucho, ¿no? ¿Pero los satélites no están parados? Eso es un ovni. Yo ayer vi una ráfaga muy rápida. Eso era 'alumbraciones'", defendía Ferre.