El viento y el mar revuelto han vuelto a impedir, un día más, que los supervivientes realicen sus tareas con normalidad, sobre todo, la pesca.
“El único momento en el que te despejas es cuando te metes en el agua, es el único momento en el que no pienso en nada”, decía Rocío Flores con resignación e invadida por el hastío.
En plena conversación con Barranco, la hija de Antonio David le confesó algo a su amigo mientras se quitaba la camiseta: “Me duelen los brazos que no te puedes hacer una idea, tengo los hombros hechos polvo… me voy a tener que operar de verdad porque me duelen un huevo. Si los tenía jo*** antes, me los he terminado de jo*** aquí”.