Los concursantes de 'Supervivientes' fueron informados de de la crisis sanitaria que atraviesa España a causa de la pandemia del coronavirus. Los participantes del reality recibieron mensajes de sus familiares, incluída Rocío Flores que escucho la voz de su padre. Sin embargo, la hija de Antonio David echó en falta un mensaje de su madre. "Necesito saber cómo está mi madre. Es superinjusto: que no haya sido capaz ni siquiera de mandarme un mensaje. Saber que está bien como el resto de compañeros. Que llevo 7 años sin saber de mi madre y que pase esto y no sea capaz de mandarme un mensaje. Me dan ganas de coger e irme", rompió a llorar.
A la nieta de Rocío Jurado le ha salido un aliado inesperado. Julián Requena, uno de los tentadores de 'a isla de las tentaciones', ha mostrado todo su apoyo a Rocío Flores a través de sus stories e Instagram. "Por experiencia, me da una tristeza tremenda, empatizo mucho con ella. La entiendo perfectamente, no entiendo como una madre puede desentenderse de un hijo con esa frialdad y esa facilidad. Un hijo es lo más grande que te entretenga la vida y lo tienes una vez en la vida. Tienes que vivirlo, cuidarlo y regarlo siempre como a una planta para que nunca deje de crecer. Que mal me parece por esa mujer que no es capaz ni de decirle a su hija estoy bien. Rocío Flores tiene corazón de oro", dijo el valenciano.
Julián ha vivido en sus propias carnes lo que es el rechazo de una madre. Cuando tan solo era un bebé de 13 meses, su madre tuvo un ataque de histeria que no supo controlar y lo arrojó por la ventana. Julián rebotó en el techo de una furgoneta y un vecino lo cogió al vuelo. "Oí un fuerte golpe y un ¡ay! Abrí los brazos y me cayó encima. Estaba como muerto, sin sangre, y no respiraba. Le di unas palmaditas en la cara, y comenzó a llorar", contó dicho vecino a El País en 1994.