Lara Álvarez conectaba con Carlos Lozano para presentar una nueva prueba de recompensa donde los supervivientes se enfrentaban por parejas para conseguir una hamburguesa.
Un miembro de cada equipo se enfrentaban entre sí en una prueba de fuerza, habilidad y resistencia donde tenían que tirar de una cuerda para intentar explotar el globo del adversario.
La mayoría de los duelos estuvieron muy igualados, tanto que Lara comunicaba, al final de la prueba, que los dos supervivientes merecían la hamburguesa. Una recompensa que, además, podrían degustarla en la playa, sin presión ni tiempo.