Mónica Hoyos echa mucho de menos una cosa en ‘Supervivientes’: le falta azúcar en el cuerpo. Y solo de pensarlo se le ha iluminado la cara. Su recompensa ideal sería una tarta de chocolate con nata por encima, un café caliente y de postre unas fresas con flan. Le gustaría comerlo tranquilamente en la isla y pensar en su hija Luna.