Carlos Lozano había elegido disfrutar de una noche con Míriam Saavedra en vez de despedirse de Mónica Hoyos antes de volver a España. Ambos deseaban hablar sobre su relación pero al final sucedía lo de siempre: se dirigieron todo tipo de reproches y acabaron discutiendo.
Para Carlos Lozano, todo se resume a "un culebrón barato", mientras que Míriam sigue demandando que le de su lugar si va a ser su pareja.