El Maestro Joao se lesionó con un gran árbol cuando se disponía a hacer un ritual. A su vuelta a la playa, tras haberle puesto cinco puntos internos y trece externos en la herida, el vidente quiso volver para tener unas palabras con el árbol: "Hola árbol. Gracias por recoger el ritual para que vengan nuestras personas a vernos. Siempre me quitáis toda la mala energía. No sé si hice algo que te molestó cuando he venido por las noches. Árbol, espero que crezcas fuerte, que cumplas mi ritual y que lo siento. No ha sido culpa tuya, ha sido culpa mía".