A la caída del sol, algunos supervivientes ya advertían la que se les avecinaba. “Si llueve, ¿cómo vamos hacer?”, preguntaba Ivana a través de la pizarra preocupada mirando el cielo.
Los supervivientes se preparaban con la ropa de abrigo al presenciar los primeros truenos pero no imaginaban la que les iba a caer. Una tormenta de arena que les pilló desprevenidos y que les obligó a improvisar algunos refugios.
A la mañana siguiente, el relato de los concursantes era bastante esclarecedor. “¡Vaya tormenta, qué tormenta de arena! Ha sido una noche horrorosa. Arena con agua, la peor sensación que se puede tener. Tengo arena metida en la nariz, en los oídos, en los ojos…”, comentaba Elena.
“Para mí ha sido una de las peores noches, además la arena te hacía daño cuando te golpeaba la piel y se te metía por todas las partes”, continuaba la madre de Adara.