Un bol enorme de arroz con leche y canela era la recompensa del juego de hoy. La prueba consistía en tirarse al agua, ir hasta una boya en el mar, sumergirse para coger una caja que tenía que ir colocando en una superficie y por último, hacer un puzle. La sorpresa para los ganadores era un poco amarga, solo tenían un minuto en total para comérselo y solo podían hacerlo de uno en uno.