Probablemente pocas veces habrás oído hablar de los ritmos circadianos, pero están más presentes en nuestra rutina de lo que puedas imaginar.
La gran mayoría de los seres vivos en la Tierra nos guiamos y ajustamos las rutinas a unos horarios muy relacionados con la luz solar: la mayoría de los mamíferos dormimos cuando no hay sol, hay algunos otros que cazan, etc. Y es que cada uno de los seres vivos del planeta tiene un reloj biológico que va en consonancia con determinados factores relacionados con el medio ambiente.
Cuando hablamos del ritmo circadiano nos referimos a todos aquellos cambios que vamos experimentando a lo largo del día, en un ciclo de 24 horas. Estos procesos están relacionados con los cambios físicos, mentales y conductuales.
Los ritmos circadianos se ven afectados principalmente por la luz y la oscuridad, que tiene un efecto directo en el cerebro. Pueden afectar al sueño, a la temperatura del cuerpo, el apetito, las hormonas, y más procesos del organismo. No solo están presentes en los seres humanos, también afectan a los animales, plantas y microbios.
Tienen consecuencias en funciones del cuerpo como la liberación de hormonas, hábitos alimentarios (digestión incluida) y la temperatura corporal. Pero en los patrones del sueño es donde más se nota.
Los ritmos circadianos están controlados por el núcleo supraquiasmático (NSQ) es este núcleo quien se encarga de regular la producción de la melatonina, una hormona que produce somnolencia y aparece cuando no hay luz. Además, estos ritmos están muy relacionados con los factores ambientales. Cuando estos se modifican, pueden sufrir alteraciones causando que el ciclo natural de luz-oscuridad no esté sincronizado. Por ejemplo, uno de los causantes que afecta a este reloj biológico es el uso de dispositivos electrónicos por la noche, la luz que desprenden afecta a esta cuestión y pueden causar alteración de sueño.
Otro grupo que tiene alterado el ritmo circadiano del sueño son las personas con trabajos donde se les modifica el horario y turno, una de las causas para que se desajuste este reloj. Es muy parecido a lo que pasa cuando se viaja a otra parte del mundo donde hay muchos husos horarios de diferencia. En esta situación, el reloj biológico se reinicia para ajustarse al nuevo ciclo pero tarda unos cuantos días en estabilizarse y esto afecta al sueño. Habrá un menor tiempo de adaptación cuando se viaje a una localidad donde se restan horas.
El 2017 los científicos estadounidenses descubrieron el mecanismo molecular que lo regula el reloj biológico. Lo hicieron a partir de la mosca de la fruta. Gracias a esta investigación aislaron el gen que ayuda a controlar el reloj del cuerpo, y pudieron comprobar que genera una proteína que se acumula en las células durante la noche y se descompone en el día. Pudieron demostrar que este proceso de acumulación y descomposición de la proteína tiene un efecto directo en el sueño.