La organización de ‘Supervivientes 2019’ proponía a los concursantes que todavía no habían hablado con sus familiares un juego. Con una cerbatana tenían la oportunidad de poder conseguir una llamada, pero también podían recibir castigos.
Al final, solo Albert y Mónica tuvieron la suerte de poder hablar con sus familiares. El catalán pudo hablar con su hermana que estaba en plató y Mónica, por su parte, tuvo la oportunidad de escuchar un audio grabado por su hija. Ninguno de los dos pudo contener las lágrimas con la sorpresa.
Colate y Lidia fallaron a la primera, y Omar consiguió tres castigos que se los irán notificando durante la semana. Jorge Javier les anunciaba que el domingo tendrán otra oportunidad para conseguir hablar con su familia.