Alba Carrillo, a su madre: “Para mí eres un lastre en muchas ocasiones y más aquí”
telecinco.es
21/04/201702:45 h.Todo ha comenzado con una pregunta de Leticia Sabater a Lucía Pariente: "¿Sigues enamorada de tu marido como el primer día?". Lucía respondía muy sincera: "No, porque nunca lo he estado". La cara de Alba, su hija, era un poema, no entendía que su madre dijese algo así y, muy enfadada, le declaraba la guerra: "¿Pueden llevarse a la bruja y traer a mi padre?".
Para Alba, las palabras de su madre eran una ofensa enorme hacia su padre y no podía entender que dijese algo así delante de las cámaras. Lucía quiso justificarse: "Le quiero como el primer día, pero no he estado enamorada nunca. Yo eso del amor no lo entiendo, eso es pan para hoy y hambre para mañana y yo quiero pan para todos los días".
Alba, cegada por el enfado, se levantó y mientras se iba le soltó a su madre que estaba deseando que se la llevaran a la otra isla, "porque si no te voy a nominar a ti en vez de a Paola". Seguidamente se encerraba en el baño y se negaba a hablar con su madre, que entre lágrimas avisaba que iba a hacer la maleta para marcharse.
Dicho y hecho. Lucía había hecho la maleta y estaba dispuesta a marcharse, pero ante encendió otro fuego al culpar a Leticia de todo por haber hecho una pregunta fuera de lugar: "La pregunta de Leticia se ha pasado de la norma y yo no quiero estar con gente mala". Este gesto no hizo más que empeorar la relación entre madre e hija, ya que Alba se puso del lado de Leticia: "Tenías en tu mano responder otra cosa, la culpable de la situación eres tú, y la responsable".
"Yo quiero vivir esta aventura, y contigo no lo voy a hacer, así que te agradezco en el alma si te vas, mamá. Me has dejado a los pies de los caballos, me has destrozado, así que vete con dignidad, por favor", continuaba Alba. Con la situación al límite, madre e hija se alejaron del grupo para poder hablar a solas, pero la conversación continuó en la misma línea.
"Sabes quién soy, la presión mediática que tengo y lo que significa que tú digas eso, y ya me has cansado, porque si tú no tienes verguenza y no respetas a mi padre, yo tampoco te respeto a ti. [...] Para mí eres un lastre aquí, y en muchos otros sitios, pero aquí en concreto no pensaba que esto me iba a superar tanto. No puedo vivir mi experiencia feliz contigo, tienes derecho a vivirla, pero entonces me descartas obligatoriamente, tú verás cómo eres de generosa como madre".
Alba seguía en sus trece de que no quería vivir la experiencia con su madre y su madre seguía en sus trece de que no había nada del otro mundo y mucho menos nada ofensivo, sin dar su brazo a torcer, madre e hija hicieron de tripas corazón y decidieron continuar el concurso juntas... ¿hasta la próxima bronca?