El Maestro Joao no podía contener las lágrimas de vuelta a la isla y tras recibir la visita sorpresa de su sobrina. Pero esas lágrimas no eran de alegría, eran de tristeza porque él esperaba ver a su pareja o amigo especial. “Estoy un poco desilusionado, sí, yo esperaba que viniese mi pareja. No es lo que yo esperaba, era una ilusión tan grande la que yo tenía…”, aseguraba entre sollozos a sus compañeros.