Gorka Ibarguren, tras ser expulsado entraba en el plató de 'Supervivientes' al comienzo de la gran final, donde se reencontraba con sus seres queridos y hablaba con Jorge Javier Vázquez de cómo ha vivido su experiencia en Honduras.
El ya exsuperviviente entraba con una gran energía al plató, donde volvía a encontrarse con los que han sido sus compañeros durante estos meses en Honduras y corría a abrazarse y besarse con su novia, con la que tenía un cariñoso momento en directo, al grito de "mi amor". Como también protagonizaba un efusivo encuentro con sus seres más queridos, que le esperaban con los brazos abiertos.
Gorka, tras esta mezcla de emociones se sentaba en la mesa con Jorge Javier, el que alucinaba al ver su cambio físico: "Vienes como un adolescente, me impresiona".
"Es una pena, la vida es caprichosa, me he quedado a las puertas, pero no tengo ninguna pena, estoy muy feliz", entonaba Gorka al hablar de su expulsión, la que aseguraba que aceptó siendo positivo: "Me tocó aprender de esta aventura".
Además, el recién expulsado relataba lo que más le ha costado de esta aventura: "Lo que más me ha superado es el hambre, el tiempo sin ver a tus seres queridos y tener que estar 24 horas con gente, hay momentos que quieres estar solo".
Gorka tiene claro que su momento más complicado fue cuando se derrumbó en la palapa porque llegó a su límite: "Ya no podía más, llevaba arrastrando el peso de la incertidumbre de si mi chica estaba bien y si estaba sufriendo por mí, si por mi culpa la estaba jodiendo y eso me estaba matando".
Y afirmaba que el momento más feliz que ha vivido ha sido cuando su novia le visitó en Honduras y supo "que estaba bien". Y, lo que tiene claro es que "volvería a 'Supervivientes".