El pasado jueves, Mario González decía adiós a su etapa en 'Supervivientes' para siempre tras negarse a participar en la repesca. Una vez fuera, el ya exconcursante del reality de Telecinco pudo ver al completo su cambio físico y su reacción no se hizo esperar. "Madre mía", señalaba la pareja de Claudia al verse en el espejo por primera vez. "Cómo se me han quedado las piernas", añadía.
Y es que 'Supervivientes' te somete a límites inimaginables que te hacen perder peso y verte como nunca antes te has visto: "No quiero pensar cómo van a llegar mis compañeros. Cómo tengo las costillas. No tengo culo ninguno. Pues es lo que hay. Hasta aquí ha llegado mi paso por 'Supervivientes' y así me ha dejado". Pero lo mejor estaba por venir. Su primera ducha tras Honduras.
La emoción en Mario era total: "Madre mía. No me lo puedo creer". El empresario daba las gracias a Poseidón por ese gran placer del que estaba disfrutando: "Qué maravilla la ducha. Lo poco que lo valoramos...". Y faltaba algo indispensable: le esperaba un gran banquete de comida con una deliciosa hamburguesa, la cual no dudaba en elegir lo primero de todo y degustarla con los ojos 'envueltos en llamas'.
"Madre mía", decía de nuevo Mario, una y otra vez, sin saber "por dónde empezar". Posteriormente, confesaba estar riquísimo y señalaba mirando a cámara que "se pasa muy mal con la comida. Sentirte impotente...". Después probaba un trozo de pizza y 'atacaba' a los espaguetis. Y se acordaba de su novia Claudia Martínez al ver la tortilla: "La tortilla, con las ganas que tenía mi mujer de comer ella tortilla".
"Esto va por ti Claudia", aseveraba. Por último, le extrañaba comer con el tenedor y confesaba que ahora le gusta "comer con las manos". Finalmente, un postre le esperaba en la mesa y Mario no quería mirar atrás: "Ahora sí que sí, ni repesca ni volver a 'Supervivientes'... la comida, cómo la valoro. Valoro tantas cosas".