Uno de los momentos que más esperan los concursantes que son expulsados de ‘Supervivientes’ es el de la ducha. En el reality solo pueden lavarse en el mar y con lo que tienen a mano, pero una vez que su andadura en el programa termina, vuelven a la realidad, donde el agua caliente, el jabón y el champú son imprescindibles.
Arelys Ramos estaba de lo más emocionada antes de poder volver a ducharse en condiciones: “Ay, que voy a ducharme. Que voy a sentir el agua caliente. Agua, jabón, champú… que llevo dos meses sin saber lo que es eso”, decía.
Una vez dentro de la ducha, su felicidad fue absoluta. “Esto es vida”, comentaba. También valoraba la espuma que hacía el jabón y quitarse el mal olor que llevaba atesorando todas estas semanas: “Oliendo a sobaco todo el día, por mucho que te duches en el agua. (…) Sale petróleo del cuerpo”.
“Esto es un placer. Estoy casi en el cielo con esta ducha”, resumía, antes de despedirse de los espectadores.
Después de su eliminación el pasado jueves, la madre de Yulen Pereira pasó unos días en la Playa de los Olvidados con Jaime Nava y Artùr Dainese. Pero el domingo, la audiencia decidió que era ella quien debía ser expulsada de forma definitiva.
“Lo sabía (…) Evidentemente me hubiese gustado quedarme, pero sabía que era difícil. Ellos han hecho un buen tándem y creo que van a llegar lejos. Pero bueno, estoy orgullosa de donde he llegado”, aseguraba.