Gema Aldón ha contado la historia más real que le ha pasado en la vida a sus compañeros, según ella misma ha afirmado, y es que mientras estaba haciendo sus practicas en un tanatorio de Cádiz vio entrar con una bicicleta a un hombre en el que se fijó y por el que sintió un flechazo desde el primer momento.
“Yo me quedé mirándolo y diciendo y diciendo: ‘ay, ¿quién es ese hombre?’. Pero yo estaba disimulando, pero muerta de amor. Fue un flechazo, empezamos a hablar, una cosa llevó a la otra y acabó diciéndome que si me robaba un besito. Yo temblaba, y le preguntaba si estaba seguro de lo que estaba diciendo y, al final, se lo di”, así relata Gema Aldón este momento.
Diego le pregunta si había un cadáver presente y ella lo afirma: “Los muertos nos bendijeron”. Y la superviviente les explica a sus compañeros que no ha conocido una persona más amorosa, cariñosa y perfecta en sus 27 años de vida: "La sangre latina es una sangre caliente, le amo con todo mi corazón".
Ion Aramendi ha preguntado a Ana María Aldón por esto: “Yo no la he visto nunca tan enamorada". Y aunque afirma que s porque ellos viven en Cádiz y ella en Mardid asegura que es "muy guapo y majo" y que la quiere muchísimo.
La madre de la concursante también ha reaccionado a un momento de bajón que ha sufrido Gema en Honduras. "Estoy muy sensible, hoy tengo que recordarme muchas veces que estoy aquí por mi hija porque si no...", dice a sus compañeros, entre lágrimas: "Es un cúmulo de todo, echo mucho de menos a todo el mundo y lo veo todo tan mal...".
Ana María ha asegurado que no le gusta nada ver así a su hija en estas circunstancias y explica que le contó todo lo que le esperaba en el concurso: "Nunca se ha separado de su hija, es muy duro y las fuerzas te faltan. Entre que no come y el cuerpecillo que tiene...". Y afirma que le preocupa mucho verla de esta manera, aunque cree que anímicamente es fuerte, pero sabe que también tiene momentos de venirse abajo.