Nacho Palau y Marta Peñate se hicieron íntimos amigos mientras pertenecieron al mismo grupo. Pero, en la reestructuración de los equipos, el azar quiso que sus caminos se separaran. Después de varios días sin verse, los dos supervivientes se reencontraban en la ceremonia de la salvación.
Después de conocer que ambos seguirían nominados, Nacho aprovechó los pocos minutos que tuvo a solas con su amiga para desahogarse. Después de decirse lo mucho que se echaban de menos, el concursante se sinceraba: no está a gusto en su nuevo grupo.
“Es una pesada con la comida (Tania), es un grupi-grupi… Se juntan, yo estoy apartado”, comenzaba. El superviviente no comparte la manera en la que se organizan con la comida: “Todo lo tienen que repartir, ha habido un mosqueo porque dicen que soy un ansioso, pero es que siempre tenemos que comer cuando quieren ellos”.
Enseguida Marta le ha preguntado por su relación con Mariana. Nacho le ha confesado no sentirse apoyado por ella: “No me equivoco, súper juego, va a todas, aquí y allá”, decía. Y le animaba a comentarlo con Ignacio.
Al regresar a su playa, Marta sacaba el tema al joven: “Nacho me ha dicho que en la otra isla está como solo. Mariana nada. Me quedé flipando”. Ignacio coincidía: “Es muy lista y sabe mucho de realities. Al principio estaba muy calladita, observando a todo el mundo. En cuanto vio por donde iba todo el mundo, hizo ‘zas’ y sacó su carácter”.